top of page

CAPÍTULO NUEVE: ¡SALADILLA! ¡PIPAS! ¡CHICLE! ¡CACAHUÉ!

Durante la temporada, mi padre me llevaba al fútbol. Los domingos en los que el equipo jugaba de local, después de comer, no había tiempo...

CAPÍTULO OCHO. NICASIO

Lo recuerdo vestido con su eterno traje negro, chaqueta, chaleco y pantalón de pana y una boina calada. Las gafas de pasta oscuras...

CAPÍTULO SIETE: ¡DIECIUNO! ¡DIECIDOS! ¡DIECITRES!

El hijo del panadero tenía cuatro años, como yo, cuando coincidimos en el colegio aquella mañana de otoño. No lloramos ninguno de los...

CAPITULO SEIS: "MI PRIMERA FAJA"

Mi amigo Lorenzo tenía la voz aflautada. A los nueve años se encontraba en un proceso de cambio hormonal que hacía que en determinados...

CAPÍTULO CINCO: ¡PIM! ¡PAM! ¡PUM! ¡FUEGO!

El tiempo que se tarda en poner una inyección es exactamente el mismo que se emplea para decir la siguiente frase: “¡Pim! ¡Pam! ¡Pum!...

CAPITULO CUARTO: LA CABRA, LA CABRA...

Me enseñó a caminar mi abuelo sujetándome con una bufanda por las axilas en la calle Murillo, donde estrenamos una casita de ladrillo en...

CAPÍTULO TRES: SOBREVIVIMOS LOS FUERTES

Al otro lado de una pantalla de cine, me nacieron una madrugada de mayo, sietemesino y sin asistencia hospitalaria. Y no porque la...

CAPÍTULO DOS: EL ELEFANTE

Mantengo una teoría: el tiempo que tardamos en el cuarto de baño está en relación directa con el número de hermanos que hemos tenido. O...

capítulo primero. piloto.

Todos los que hemos cumplido sesenta años llevamos dentro un niño de barrio que sabe lo que son las canicas, el clavo, el salto y pongo,...

© 2023 por ARIJAESTUDIO. Creado con Wix.com

  • b-facebook
  • Twitter Round
  • Instagram Black Round
logo blanco y negro 2.jpg
bottom of page